Des del CEESC hem tramès avui una carta al Govern central en què sol·licitem mesures més contundents per evitar la multiplicació de contagis que poden provocar un col·lapse, tant en el sistema sanitari com en l'atenció de serveis socials. Us la transcrivim a continuació.
Comunicado al Gobierno de España
Dada la situación actual generada por el contagio del coronavirus, Covid-19, como Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Catalunya (CEESC) les comunicamos:
Nuestra preocupación por la gestión que se está llevando a cabo hasta ahora teniendo en cuenta el impacto que unas medidas demasiado flexibles pueden tener a corto, medio, y largo plazo entre el colectivo profesional de educadoras y educadores sociales pero, además, en la población más vulnerable del país a la que atendemos 365 días al año de manera ininterrumpida.
Es por ello que solicitamos medidas más contundentes para evitar la multiplicación de contagios que pueden provocar un colapso tanto en el sistema sanitario como en la atención de servicios sociales. No llevar a cabo decisiones más contundentes puede significar un impacto muy negativo especialmente en la población más vulnerable.
En concreto solicitamos, de inmediato:
- Garantizar ingresos mínimos a todas las familias que perderán sus trabajos en consecuencia de la situación actual.
- Moratoria del pago de alquileres e hipotecas de todas las familias que pierdan sus trabajos en consecuencia de la situación actual.
- La paralización de las actividades que no sean imprescindibles para gestionar la situación actual. Esto incluye paralizar cualquier actividad laboral que no se pueda llevar a cabo en modalidades de teletrabajo y que comporte tenerse que mover por cualquier territorio.
- Reforzar el seguimiento de servicios sociales a las familias que, atendidas por estos de manera habitual, puedan verse afectadas en las próximas semanas. En especial conviene reforzar la atención a la infancia y adolescencia que habitualmente tienen este seguimiento.
- Garantizar el trabajo del colectivo de educadoras y educadores sociales con las máximas garantías de seguridad y posibilidades para poder realizar su trabajo.
Esperamos que una situación tan excepcional como esta nos ayude a reubicar algunas realidades en el lugar que realmente se merecen y, como hemos hecho tantas veces, mostrarnos resilientes y salir reforzados como profesión y como sociedad del conflicto.